Esta fue la parte de nuestro stand que sirvió de reclamo. El diseño, entre otras cosas, de esta zona se la debemos a nuestro buen amigo, Rafa.
Para ser nuestra primera prueba de fuego en un evento de
esta envergadura, no parece que saliera nada mal. Por lo menos, todo fue más o
menos como lo habíamos previsto. Sin ánimo de hacer ningún balance, es obvio
que somos ahora mucho más conocidos, que es de lo que se trata. También es
cierto que pusimos un gran esfuerzo humano, pero mereció la pena.
Ahora deberíamos describir, como hacemos en otras ocasiones,
el desarrollo cronológico de las jornadas pero es muy complicado. No es por la
resaca. Hay que tener presente que intervinimos muchos en diferentes momentos y
cada uno vio y vivió situaciones diferentes. Si intentamos recopilarlas nos
puede pasar como esas películas extrañas en las que sales del cine mareado y
con cara de tonto. Independiente de cómo resolvamos el problema hay un par de
hechos objetivos.
¡Nuestras chicas son fantásticas!. Fueron varias las
ocasiones en que los maromos nos fuimos al establecimiento del fondo, cuando
precisamente en esos momentos se intensificaba la transación comercial en la
mesa. Se vio de lejos a algún cachondo que se acercó a echar alguna risa y
acabó con algún billete de lotería, por listo. Por cierto, parece ser que
hemos comprado más polos y sería interesante ir pensando en ellos cuando
tengamos que hacer regalos a sobrinos, tíos y abuelos.
Como grupo debemos ser siempre agradecidos con quien se lo
merece. En esta ocasión lo tenemos que ser sobretodo, con nuestra azafata. Eran
1.500 metros cuadrados en los que había una fortuna en coches y motos
precariamente protegidos. La visitaron miles de personas incluidos niños, de
los de ahora. Había que vender varias loterías, polos, camisetas, etc, con un
horario intensivo en semejantes fechas. Y si todo este duro trabajo que llevó
con una sonrisa era poco, también tuvo que soportar a los moscardones de uno y
otro lado de la cadena. Andrea, de parte de todos los miembros del Mini
10" Sport Club, muchas gracias.
Hasta aquí se ha descrito lo objetivo. Lo que podemos hacer
mientras recibimos las fotos es contar a modo de flash anécdotas sueltas
relacionadas con la Feria. Podéis enviar las vuestras a la web. Es preferible
que sean divertidas, pero la única condición que ponemos, es que no pueda
sentirse molesto nadie al leerlo. Van las primeras.
REFLEJO GENIAL
En una mesa del bar del fondo se encontraban
varios miembros de nuestro Club entre los que había una conocida pareja. Entre
ellos surge una pequeña discusión de las ordinarias y normales. Un tercer
socio se dirige a la chica y le propone que si la relación va mal, está
dispuesto a fugarse con ella. Se hace un silencio mientras todas las miradas
apuntan hacia la respuesta del chico. Nuestro protagonista apura sin inmutarse
una calada del cigarrillo y expira el humo difuminando su rostro. Entonces, al más
genuino estilo viril, duro y desarraigado de un Humphrey Bogart en Casablanca,
sentencia: "Yo pondré el Mini".
SUBCONSCIENTE TRAIDOR
En el mismo lugar que antes se encuentran varios componentes
de los distintos clubes que interveníamos en la exposición. Sin decir nada se
observa a lo lejos a nuestra azafata atendiendo a una persona. Uno de los
presentes exclama involuntariamente: "Yo la descubrí primero".
NI LOS INGENIEROS DE MARANELLO
Una simpática persona se acercó al stand para preguntar por
los seguros de clásicos. Se alarga la conversación y cuenta la siguiente
historia. Tiene un 1430 y un 124 perfectamente conservados. Hacía 10 años,
compró otro 1430 y lo dejó en un solar de su propiedad a la intemperie, para
usarlo de repuestos. Al final, tenía el embrague agarrotado y faltaban algunas
piezas del motor. Un día se acercaron unos gitanillos y pidieron al dueño
algunas piezas. Este le respondió que la única condición era que se llevasen
el coche entero. A la mañana siguiente recibió una llamada de la Guardia Civil
comunicándole que su coche había sido detenido en Huesca sin documentación.
PATALEO
Un padre de familia se entera que muy cerca del pabellón Nº
7 una joven simultanea sus estudios de ingeniería con los del conservatorio.
Además, se ha buscado un trabajo para ganarse un dinerillo estos días del
Pilar, en lugar de ir a divertirse con sus amigos. Ya en casa, reunió a sus
"oKupas" y lo explicó. No está convencido de haber conseguido nada,
pero dice que se quedó muy ancho.
Este era el otro extremo de nuestros dominios. Fue la parte más vigilada. Justo al lado, estaba el bar.
Este es uno de los escarabajos de Álvaro. Es el presidente del Käfer Club Zaragoza y también miembro del nuestro.
Estas bellezas pertenecen a la Asociación Aragonesa de Clásicos Deportivos que junto con nuestros amigos de las Vespas llenamos todo el pabellón.