PUESTA A PUNTO ESTÁTICA

Grado de dificultad: MEDIO.

   Uno de los mantenimientos más agradecidos para el perfecto funcionamiento de nuestro Mini es una correcta puesta a punto. Si presentimos que algún CV se ha ido a pastar, este será el primer paso a dar. Notaremos inmediatamente las mejoras: arrancará a la primera, acelerará más y mejor, consumirá menos gasolina y dispondremos de una mayor potencia que nos permitirá una conducción mucho más alegre. Aunque lleva su tiempo, no es una operación excesivamente complicada y si nos gusta la mecánica, la satisfacción de haberlo hecho nosotros mismos nos hará disfrutar mucho más.

REPASEMOS LA TEORÍA:
    Como bien sabemos, la combustión en los cilindros la provoca el salto de la chispa de la bujía. La alta tensión eléctrica necesaria para ello la provoca la bobina cuando en otro circuito de baja tensión (los 12 V de la batería) se interrumpe una corriente eléctrica. Este interruptor son los 'platinos'. Cuando éstos se abren, es decir, cuando dejan de estar en contacto los terminales y el paso de corriente se interrumpe, es cuando se produce la chispa en las bujías.
    Teóricamente esto debería producirse cuando la mezcla de aire y gasolina en los cilindros están en máxima compresión, al igual que cuando vamos en una bicicleta hacemos fuerza cuando el pedal lo tenemos en su posición más alta (esta posición se llama en mecánica: Punto Muerto Superior: PMS). Decimos que esto sería teóricamente, porque en la realidad transcurre un tiempo entre que se inicia la explosión y la fuerza de los gases es efectiva. Si fuésemos en bicicleta a 120 Km/h, el intervalo de tiempo que transcurre entre notar que el pedal estuviese en su posición más alta y nuestros  reflejos, provocaría que la fuerza que comunicasen nuestros músculos la harían probablemente cuando el pedal estuviese ya abajo (Punto Muerto Inferiror: PMI).
    Para compensar este hecho hay que iniciar la chispa antes del PMS y como además este momento depende de la velocidad de rotación del motor, cuanto más deprisa gire, antes hay que iniciarla. Nuestros Minis disponen de dos mecanismos que trabajan para ello simultáneamente: el avance centrífugo y por depresión. Pero a nosotros ahora solo nos interesa el avance inicial, es decir, el punto de partida. En el Mini Cooper es de 11,5º  antes del PMS pero en cada modelo es distinto y hay que consultarlo.

ELEMENTOS NECESARIOS:
    Para ponerlo a punto tan solo necesitaremos un espejo, una linterna y poco más, pero suponiendo que vamos a revisar o sustituir los platinos necesitaremos:

MANOS A LA OBRA:
    En primer lugar, dejaremos el Mini en un lugar plano y liso, introduciremos la 4ª marcha y quitaremos la tapa del distribuidor. Si sabemos que los platinos no están picados, comprobaremos la máxima separación entre ellos y si no es la correcta, tan solo aflojaremos un poco los dos tornillos para ajustar. Si es necesario cambiarlos o revisarlos, tendremos que quitar sus dos tornillos y aflojar un poco el que sujeta el extremo del cable para extraerlo. Una vez colocados, hay que sujetar muy ligeramente los tornillos para conseguir con la ayuda de una galga de 0,4 mm (consultar el manual) esa separación máxima. Mover el coche para adelante y para atrás para observar la apertura máxima de los platinos. Esta operación aunque es muy sencilla, lleva en la práctica bastante tiempo, porque al apretar los tornillos definitivamente, tienen tendencia a cerrarse (colocando una delgada arandela ayudaremos a que esto no ocurra). Comprobar que una vez apretados, la holgura es la correcta. ¡Paciencia!, estamos realizando un trabajo de precisión.

Ahora hay que conectar un terminal del portalámparas a un buen punto de masa del motor y el otro al terminal de baja tensión que va a los platinos. Al   conectar el encendido, si los platinos hacen contacto, la luz estará apagada porque la corriente pasará por ellos al haber menor resistencia que por la bombilla, pero en el momento de abrirse, la corriente no le quedará más remedio que marchar por la bombilla encendiéndola. De esta ingeniosa forma sabremos con precisión cuándo se abren los platinos y por tanto cuándo se iniciará la ignición.

    Deslizamos la tapa de inspección del cárter del embrague (ver 2ª figura) y, por medio del espejo y la linterna, buscamos un pequeño señalizador que sobresale por la parte superior de la abertura y, que debemos hacer coincidir con los grados de avance de nuestro modelo marcados en el volante motor. Es importante señalar que para enfrentar ambas marcas no debemos mover el coche en ambos sentidos, sino solamente de atrás hacia adelante para absorber todas las holguras mecánicas en una misma dirección. Ahora conectamos el encendido. Si se enciende la bombilla girar la tuerca (ver 1ª figura) hacia 'R' hasta apagarla y luego girar al revés hasta encenderla de nuevo. Si la bombilla no estaba encendida, girar la tuerca hacia 'A' hasta que se encienda. Una última comprobación. Deslizamos el coche para atrás y, con la ayuda de otra persona que nos arrastre el Mini hacia adelante muy lentamente, debemos comprobar que justo cuando se enfrentan las marcas deseadas, se enciende la luz de la bombilla y la de nuestra satisfacción. Solo queda cerrar la trampilla, poner la tapa del distribuidor y darnos un paseo...

CONSIDERACIONES FINALES:
    El proceso más tedioso es el de hacer avanzar muy lentamente el coche para fijar bien el punto en donde se enciende la bombilla. Si se quitan las bujías, este proceso será mas fácil, pero cuidado con marcar los cables para ponerlos luego en las mismas posiciones. Otra variante que hemos comprobado que facilita la operación, consiste en levantar con el gato una rueda delantera y hacerla girar, en lugar de mover el coche entero.

    Si se observa que la bombilla enciende en diferentes posiciones de forma irregular, no hay que volverse loco. El problema viene de que los platinos están algo 'picados'. Sustituirlos por otros nuevos y problema resuelto.

    Debajo de los platinos hay condensador eléctrico. La misión de éste es alargar la vida de los primeros. La sustitución no tiene ningún misterio ni reglaje, pero está sujeto por un tornillo de muy difícil acceso.

    ¡Ciudado con el pestillo de seguridad del capó!. ¿Queda alguien de nosotros que no se ha dado un golpe con él en la cabeza?.

    Javier Bescós